Durante décadas el enfoque creativo de distintas marcas relacionadas con el segmento masculino o femenino apuntaba a delimitar las opciones dependiendo del género. Basta buscar en google publicidad de la década de los 50’s o 60’s para confirmar que para las mujeres existían un universo de posibilidades de productos de limpieza, cocina o belleza, mientras que para los hombres la crema y navajas para afeitar, así como relojes o bebidas alcohólicas constituían su nicho, la industria tabacalera era de las pocas que no discriminaba y creaba comunicación para ambos segmentos.
Con el paso del tiempo y la emancipación de los roles masculinos y femeninos de la percepción tradicional de productos y servicios relaciones con ellos, los creativos encontraron que los hombres buscaban productos de belleza y las mujeres podían ser poderosas deportistas. AXE fue una de las pioneras en modificar el patrón de consumo del segmento masculino en cuanto a los cuidadles e higiene y Nike ha sido una de las principales aliadas en mostrar a la mujer fuera de un rol contemplativo.
Muchas veces los esfuerzos creativos de las marcas para impulsar un productor o darle una visibilidad novedosa a un segmento pueden derivar en situaciones criticas para su posicionamiento, pero con la llegada de las redes sociales, el consumidor a impulsado y celebrado estas visiones alternativas del marketing de género, tengamos a Barbie de Mattel como un ejemplo positivo de evolución y ala firma de lencería Victoria´s Secret como un ejemplo negativo en este mismo caso.